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CÓRDOBA.....BARRIO DE LA JUDERIA




Su fundación se atribuye a los cartagineses, por ella han pasado romanos, griegos, fenicios y árabes, llegando a ser capital del imperio árabe, ésta circunstancia ha sido la que ha determinado la singularidad de esta ciudad, fue corte de Abderramán I y quiso emular el lujo, y riqueza de las grandes cortes orientales (Constantinopla - Estambul), construyendo palacios y mezquitas.



Es imprescindible visitar en Córdoba: La Mezquita, en el barrio de la Judería con sus cuatro entradas; es una maravilla, sin lugar a dudas el primer monumento islámico de occidente. El Minarete.- Del siglo XVI, desde arriba se divisa todo el barrio de la Judería. Patio de Los Naranjos.- Rincón de gran belleza, el subsuelo del patio es un enorme aljibe que aseguraba el suministro de agua. Sala de Oración con un millar de columnas de granito, jaspe, mármoles verdes, es precioso. El Tesoro de la Catedral.- Alberga una hermosa custodia de plata cincelada, y relicarios de plata y oro.


Situada en un punto estratégico, en las entrañas de Andalucía y arropada por el río Guadalquivir, Puente romano de Córdoba


El Puente romano de Córdoba es un puente situado sobre el río Guadalquivir a su paso por Córdoba, que une la zona del Campo de la Verdad con el Barrio de la Catedral. También conocido como "el Puente Viejo" fue el único puente con que contó la ciudad durante 20 siglos, hasta la construcción del Puente de San Rafael, a mediados del siglo XX. El 9 de enero de 2008 se inauguró la mayor remodelación que el Puente Romano ha tenido en su historia. La ciudad de Córdoba es uno de los destinos más interesantes del sur de la península. Árabe y romana, histórica y monumental, la antigua capital califal guarda en su entramado el esplendor de los años dorados de la dinastía Omeya, un atractivo que en mayo se acrecienta, pues su popular concurso de patios permite disfrutar de la belleza, el colorido y los aromas primaverales de estos auténticos vergeles privados que se encuentran en las casas de sus habitantes.

Al entrar a Cordoba desde la Autovia  vemos el rio Guadalquivir y el puente Romano que nos da acceso a la ciudad, nada mas pasar el puente a la derecha nos encontramos la  Muralla que con la puerta  de  Almodóvar    nos da la entrada al barrio singular, perfecto, andaluz y arabe al mismo tiempo, de la Juderia.


Desde la estatua de Séneca hasta llegar junto a la muralla a la de Averroes, trascurre la calle Ceiruán, preciosa, con su alberca y canalillos de agua en todo su recorrido bordeados de flores de estilo musulmán bajando unos escalones y volviendolos a subir. Pasada la estatua La Puerta de la Media Luna.


La Judería Cordobesa en época musulmana estaba situada a extramuros de la ciudad en su lado norte, en lo que es hoy el Campo de la Merced y parte del Barrio de Santa Marina, como sugiere el nombre de la puerta que había en aquel sitio Bad al-Yahud o Puerta de los Judíos, la que en tiempos cristianos se le llamó del Osario, por haber estado junto a ella el cementerio judío.


Bajo el Califato Omeya alcanza un inusitado auge, debido al considerable número de mercaderes que de una forma continuada llegaban a Córdoba desde lejanos países, atraídos por su prosperidad, especialmente de Egipto trayendo joyas para los magnates, perfumes, piedras preciosas, pieles de animales exóticos y demás productos egipcios para su venta en los mercados de la capital califal.
Según nos dicen varios escritores hebreos, en el año 948 se trasladaron a Córdoba las Academias iraquíes de Sura y Pumbedita, por cuyo motivo se convirtió en un importante foco de estudios talmúdicos, gracias a  la protección del Califa Abderramán III influenciado por su médico personal el sabio judío Hasday ben Saprut, que protegió a los poetas Ménahem ben Sarup de Tortosa, considerado como el creador de la prosa literaria hebraica y a Dunás ben Labrat ha Leví, natural de Bagdad; éste último consiguió que sus contemporáneos adoptaran la métrica árabe, en la naciente poesía hebraico-española.

Esta Judería fue destruida por los Almohades cuando irrumpieron en la ciudad en el año 1148, desapareciendo su Sinagoga la que se supone sería de grandes dimensiones, ignorándose por completo las características de su construcción y el lugar donde estaba levantada.

Después de reconquistada la ciudad por Fernando III El Santo el día 29 de junio de 1236, y hasta su expulsión decretada por los Reyes Católicos en el año 1492, la Judería ocupó el barrio situado entre la calle del Arquillo, el Alcázar Califal y el muro occidental de la madina; esto es, la zona hoy limitada por las calles Amador de los Ríos hasta su confluencia con el Alcázar Viejo, donde estaba el Castillo de la Judería, continuando por el Camposanto de los Mártires, Tomás Conde, Plaza de Maimónides, Calle de los Judíos hasta la Puerta de Almodóvar, para desde allí seguir por Almanzor, Romero, Plaza de la Judería, a salir a la de Manriques para unirse con Tomás Conde donde termina; este barrio se sigue llamando aún la Judería, conservando casi intacta su estructura original.

BARRIO DE LA JUDERÍA UN LABERINTO ENCANTADOR….

La Judería era semejante a los arrabales musulmanes por su trazado, calles muy estrechas, callejones sin salida, casas de una o dos plantas alrededor de una plazoleta, contando con una Sinagoga -la que más adelante describiremos- y un mercado para su abastecimiento; a la salida de la Puerta de Almodóvar y a su lado izquierdo junto a la muralla, tenían el cementerio en lo que antiguamente se llamó Huerta del Rey, hoy calle de Cairuan y Avenida del Dr. Fleming hasta el límite con Vista Alegre; el hecho de tener los cementerios junto a los barrios donde habitaron se debe a que éstos son lugares religiosos para los judíos

Córdoba ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó un reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Es candidata a la capitalidad cultural europea para el año 2016.



Vista de Córdoba desde el sur, por Anton Van der Wyngaerde (llamado en España «Antonio de las Viñas») en 1567, encargado por Felipe II de recoger vistas de sus ciudades. En primer plano se halla la orilla sur del Guadalquivir en la cual es claramente apreciable la Torre de la Calahorra. Partiendo de la torre y cruzando el río se halla el Puente Romano y, más al norte, puede observarse la Mezquita-Catedral.


ENTRADA

El barrio de la Juderia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994  Y  se extiende desde los limites de la Puerta de Almodóvar hasta el entorno de la Mezquita- Catedral. La Juderia la forman numerosas plazas escondidas, estrechas y laberinticas, calles con nombres tan evocadores como Judios, Averroes, Manriquez, Deanes, Albucasis, Judá- Levi y Maimónides. 


En esta pequeña plaza trás la estatua de Maimónides, una placa sobre la pared detras de la estatua dice asi:


Maimónides


"La Bab al- Yawz, conocida como la Puerta del Nogal, de construcción califal, se situaba en la que actualmente se conoce como La Puerta de Almodóvar,además de la belleza que emana su arquitectura medieval entre sus dos esplendidos torreones, es la unica autentica musulmana que permanece en Córdoba, y tiene el honor de ser la entrada al mágico barrio de la Juderia"

(en mi casa hemos tenido desde que yo tengo uso de razón un óleo, pintado por mi madre, con la plaza y el monumento de Maimónides.......y hasta que estudie un poco no  cobró sentido aquel patio cordobés...)


Ya Dentro


El Barrio de la Judería se encuentra en el entorno de la mezquita, con callecitas estrechas y empedradas, donde el silencio y la luz son los protagonistas. Todo este barrio es el Casco Viejo de la ciudad de Córdoba, paseos placenteros nos hacen  gozar del hermoso arte y de una estupenda arquitectura.



Arquitectura

Las casas solían ser de ladrillo, adobe y madera. Por su parte, las calles eran empedradas. Muchas veces estaba rodeado de empalizadas, y por las noches se cerraba y aislaba del resto de la ciudad. Esto se hacía de acuerdo con las órdenes de las autoridades locales y como medida de seguridad. No obstante, no fueron pocos los asaltos a estos barrios judíos europeos.



A trravés de estas calles tan estrechas podemos observar la torre de la mesquita popular, lugar agradable que ns invita a pasar. En este barrio encontraremos la calleja de las Flores, muy estrecha y repleta de hermosos geránios.

Las calles y los balcones de Córdoba se engalanan con flores y perfumes, es un lugar ideal para visitar, las fiestas de mayo, Concursos de patios, algunos abren las puertas e invitan al visitante a disfrutar  de la buena música flamenca y degustar un exquisito vino.

Basta con que los miremos y nos trasladarán al siglo X, cuando Córdoba era una ciudad  importante de Occidente europeo y la mezquita, es el emblema  político y religioso.



RINCONES Y PLAZAS .... con encanto



Capilla san bartolome

En pleno barrio de la Judería se encuentra la Capilla de San Bartolomé, un edificio del siglo XIV que fue posteriormente anexionado al Hospital del Cardenal Salazar. En los siglos XIX y XX sufrió algunas reformas en su estructura pero podemos afirmar que se trata de un excelente ejemplo de la estética gótico-mudéjar. Ocupa una superficie casi cuadrada en la que se encuentra la capilla y el atrio. La portada que comunica con la calle presenta un arco apuntado que se bordea con un amplio baquetón. El atrio consta de tres arcos apuntados que se enmarcan con un alfiz.


Bóvedas
Entrada
Bovedas de cruceria con  espinazo.
Esta capilla de autor anónimo uno de los mejores ejemplos del arte Mudejar:




La plaza de Capuchinos. 


Hermosa de día, pero más hermosa si cabe de noche; subiendo por la cuesta del Bailío, el recogimiento y la soledad de esta plaza hacen de ella uno de los lugares con más encanto y espiritualidad de Córdoba. Flanqueada por el convento de Capuchinos y el hospital de San Jacinto, en el centro destaca el popular Cristo de los Faroles, donde nunca faltan flores y velas.






El Callejón de las Flores.  


Uno de los lugares más concurridos de la ciudad, incluido en la mayor parte de las guías turísticas de Córdoba. Esta angosta callejuela de casas encaladas nos conduce hasta una pequeña plaza, presidida por una fuente y decorada con vistosos geranios y gitanillas al más puro estilo andaluz. Desde sus inmediaciones, se contempla una hermosa vista de la mezquita, que se recorta entre los blancos caseríos de esta zona antigua de la ciudad.

La plaza del Potro.





La plaza del Potro de Córdoba está cargada de historia, incluso Cervantes la llega a mencionar en el Quijote. Allí se encuentra la famosa también Posada del Potro, el Museo de Bellas Artes y el Museo de Julio Romero de Torres. Es decir, que si nos gustan las artes plásticas podremos disfrutar ampliamente con esta visita a la plaza del Potro. También, cerca de allí se encuentra también el Museo Arqueológico que, aunque por el momento no es demasiado grande, conserva piezas que nos pueden interesar bastante.Antigua sede del comercio de ganado, está presidida por el triunfo de San Rafael y la fuente del Potro. En sus aledaños se encuentra la posada del mismo nombre, un antiguo caserío que fue punto de encuentro de truhanes y pícaros en los siglos XVI y XVII y que guarda entre sus paredes ecos literarios; no en vano, en este lugar se alojó el propio Cervantes, que incluyó la posada en el Quijote. También, aparece en algunos pasajes de Rinconete y Cortadillo y en La vida del Pícaro Guzmán de Alfarache. En otro de los extremos de la plaza se localizan dos interesantes museos: el Museo de Bellas Artes y el Museo Julio Romero de Torres, dedicado al más célebre pintor cordobés. Este museo expone, además de su obra pictórica, recuerdos y objetos personales del artista, fotografías, muebles y carteles de fiesta.
Desde la plaza del Potro  y callejeando con admracion...se abre a los ojos algo inesperado que es  la plaza de la Corredera, donde podremos descansar un poco y tomar algo refrescante acompañado de una buena tapa en alguno de los muchos bares de la zona.


SUS PATIOS

Da igual que la visita se desarrolle por la mañana, con el lógico inconveniente del calor, o por la noche cuando se produce una mágica combinación de iluminación y aromas, derivada de los miles de flores olorosas que embellecen estos patios familiares. En esta opción el horario no es un impedimento. Con la "fresca" los patios siguen abiertos, de forma gratuita -aunque se aceptan habitualmente los donativos-, hasta más allá de la medianoche, y se asiste en muchas ocasiones a un improvisado "cuadro flamenco" de música y color, fuera de los circuitos para turistas extranjeros.



Hoy, los patios están en la lista de espera de la UNESCO para ser elegidos "Patrimonio Intangible de la Humanidad", galardón que se concede a "representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas transmitidos de generación en generación que infunden un sentimiento de identidad". La petición del Ayuntamiento cordobés sigue su curso para unirse al "Misterio de Elche" y "La Patum" de la localidad barcelonesa de Berga, las dos únicas tradiciones populares españolas que figuran en este ranking de la organización mundial.








POEMA DE LUIS DE GÓNGORA, NACIDO EN CÓRDOBA 



¡Oh excelso muro, oh torres coronadas
De honor, de majestad, de gallardía!
¡Oh gran río, gran rey de Andalucía,
De arenas nobles, ya que no doradas!
¡Oh fértil llano, oh sierras levantadas,
Que privilegia el cielo y dora el día!
¡Oh siempre glorïosa patria mía,
Tanto por plumas cuanto por espadas!
Si entre aquellas rüinas y despojos
Que enriquece Genil y Dauro baña
Tu memoria no fue alimento mío,
Nunca merezcan mis ausentes ojos
Ver tu muro, tus torres y tu río,
Tu llano y sierra, ¡oh patria, oh flor de España
!