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Santa Sofía....de Constantinopla (Estambul)



NOTA INTRODUCTORIA


Comenzar, en  esta página, a desarrollar la Basilica de Santa Sofia......es todo un reto para mi, por varios motivos: en primer lugar, porque me parece uno de los tesoros arquitectonicos, artisticos y simbolicos mas emblemáticos de la historia y del inicio sonoro del cristianismo ....de  su  particular historia .... en todo el sentido de la palabra: religion, arte, idea de imperio antiguo y medieval, la trascendencia posterior, sus enormes influencias.....
Santa Sofia es para mi, un duro trabajo a desarrollar por lo que, hacerlo bien , extenso, claro y poder tambien desde mi humilde aportacion, trasmitir la grandisima ilusion que me hace abordar el tema junto al  enorme temor de no poder hacerlo como se merece .....es todo un reto.

Comenzare a realizar una introduccion historica, y luego entraré dentro de Santa Sofia...para despues salir de ella y verla y entenderla tambien por fuera.

Espero que, si alguien lee mi aportacion, al menos descubra algo bello de todo esto, porque realmente  yo veo esta obra una de  las mas grandiosas e importantes si se me permite decirlo, de todo el periodo de Bizancio, aunque para ser terminada tuvieron que pasar solo unos  años del 532 al 537 d.c ....muy pocos habia cierta prisa por ser admirada finalmente.
Quizas su construccion vivio el explendor de este imperio de Bizancio junto al emperador Justiniano, y  aunque sea  el imperio mas longevo de la historia, fueron 8 siglos.......la etapa de oro merece mencion en muchos aspectos no solo en arte.
Que tiene Santa Sofia para mi??? y fuera de lo historico-academico o en el arte o en el simbolismo de una etapa.....pues tiene simplemente...... Magia.



PREÁMBULO

Imperio bizantino es el término historiográfico utilizado desde el siglo XVIII para referirse al Imperio romano de Oriente en la Edad Media. La capital de este Imperio cristiano se encontraba en Constantinopla (en griego, Κωνσταντινούπολις, actual Estambul), de cuyo nombre antiguo, Bizancio, fue creado el término Imperio bizantino por la erudición ilustrada de los siglos XVII y XVIII.

Constantino I
Es la continuación de la parte oriental del Imperio romano, su transformación en una entidad cultural diferente de Occidente puede verse como un proceso que se inició cuando el Emperador Constantino I el Grande trasladó la capital a la antigua Bizancio (que entonces rebautizó como Nueva Roma, y más tarde se denominaría Constantinopla); continuó con la escisión definitiva del Imperio romano en dos partes tras la muerte de Teodosio I, en 395, y la posterior desaparición, en 476, del Imperio romano de Occidente; y alcanzó su culminación durante el siglo VII, bajo el emperador Heraclio I, con cuyas reformas (sobre todo, la reorganización del ejército y la adopción del griego como lengua oficial), el Imperio adquirió un carácter marcadamente diferente al del viejo Imperio romano.
Durante su milenio de existencia, el Imperio fue un bastión del cristianismo, y protegió a Europa Occidental del avance del Islam.
Fue uno de los principales centros comerciales del mundo, estableciendo una moneda de oro estable que circuló por toda el área mediterránea. Influyó de modo determinante en las leyes, los sistemas políticos y las costumbres de gran parte de Europa y de Oriente Medio, y gracias a él se conservaron y transmitieron muchas de las obras literarias y científicas del mundo clásico y de otras culturas.
Para asegurar el control del Imperio romano y hacer más eficiente su administración, el Emperador Diocleciano, a finales del siglo III, instituyó el régimen de gobierno conocido como tetrarquía, consistente en la división del Imperio en dos partes, gobernadas por dos emperadores augustos, cada uno de los cuales llevaba asociado un «vice-emperador» y futuro heredero césar. Tras la abdicación de Diocleciano el sistema perdió su vigencia y se abrió un período de guerras civiles que no concluyó hasta el año 324, cuando Constantino I el Grande unificó ambas partes del Imperio.
Constantino reconstruyó la ciudad de Bizancio como nueva capital en 330. La llamó «Nueva Roma», pero se la conoció popularmente como Constantinopla ('La Ciudad de Constantino'). La nueva administración tuvo su centro en la ciudad, que gozaba de una envidiable situación estratégica y estaba situada en el nudo de las más importantes rutas comerciales del Mediterráneo oriental.
Constantino fue también el primer Emperador romano que adopto el cristianismo, religión que fue incrementando su influencia a lo largo del siglo IV y terminó por ser proclamada por el emperador Teodosio I, a finales de dicha centuria, religión oficial del Imperio.

La época de Justiniano

Justiniano,Teodora y su séquito

Durante el reinado de Justiniano I (527-565), el Imperio llegó al apogeo de su poder. El Emperador se propuso restaurar las fronteras del antiguo Imperio romano.

La época de Justiniano no sólo destaca por sus éxitos militares. Bajo su reinado, Bizancio vivió una época de esplendor cultural, a pesar de la clausura de la Academia de Atenas, destacando, entre otras muchas, las figuras de los poetas Nono de Panópolis y Pablo Silenciario, el historiador Procopio, y el filósofo Juan Filopón. Entre 528 y 533, una comisión nombrada por el Emperador codificó el Derecho romano en el Corpus Iuris Civilis, permitiendo así la transmisión a la posteridad de uno de los más importantes legados del mundo antiguo. Otra recopilación legislativa: el Digesto, dirigido por Triboniano, fue publicado en 533. El esplendor de la época de Justiniano encuentra su mejor ejemplo en una de las obras arquitectónicas más célebres de la historia del Arte, la basilica de Santa Sofía construida durante su reinado.


Se le reconocio por parte de la Iglesia, al señor de Constantinopla, como rey-sacerdote y restauró la relación con Roma. Surgió una nueva Iglesia de la Divina Sabiduría como signo y símbolo de un esplendor magnífico y majestuoso.

Basílica de Santa Sofía, iglesia consagrada a la Santa Sabiduría, considerada como el principal edificio bizantino de Constantinopla (actual Estambul) y uno de los más relevantes de la historia de la arquitectura. Fue proyectada y construida por Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto entre los años 532 y 537, por encargo del emperador Justiniano I.

Concilio de Calcedonia
El cristianismo primitivo tuvo un desarrollo mucho más rápido en Oriente que en Occidente. Es muy significativo el hecho de que el Concilio de Calcedonia
reconociera en 451 cinco grandes patriarcados, de los cuales sólo uno (Roma) era occidental; los otros cuatro (Constantinopla, Jerusalén, Alejandría y Antioquía) pertenecían al Imperio de Oriente. De todos ellos, el principal fue el Patriarcado de Constantinopla, cuya sede estaba en la capital del Imperio. Las otras tres sedes fueron separándose paulatinamente de Constantinopla, primero a causa de la herejía monofisita, duramente perseguida por varios emperadores; luego, con motivo de la invasión del Islam en el siglo VII, las sedes de Alejandría, Antioquía y Jerusalén quedaron definitivamente bajo dominio musulmán.


La caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos el martes 29 de mayo de 1453 fue un suceso histórico que, en la periodización clásica y según algunos historiadores, marcó el fin de la Edad Media en Europa y el fin del último vestigio del Imperio romano de Oriente y de la cultura clásica.
Constantino XI, viendo que los turcos ya entraban en masas compactas y sabiendo que Mehmed había ofrecido una espléndida recompensa por su captura, se arrancó las insignias imperiales y gritó desesperado: 
"¿No hay un cristiano que me corte la cabeza?"
Segundos después se lanzaba a lo más encarnizado de la refriega, buscando una muerte digna del último emperador romano. 

 

CARACTERISTICAS TECNICAS ARQUITECTÓNICAS

La arquitectura bizantina es heredera de la arquitectura romana y la arquitectura paleocristiana. Es una arquitectura esencialmente religiosa, aunque no faltaron los edificios civiles de importancia. Muestra una marcada predilección por el ladrillo como material de construcción (aunque disimulado por lajas de piedra en el exterior y por suntuosos mosaicos en el interior). construyen sin cimbras, emplean piedras muy ligeras, porosas y elementos de cerámica huecos, con los que forman la red interior de estas construcciones, que después se cubren con materiales de adorno, lo que genera cohesión y levedad;


Aunque utiliza la columna (destaca la sustitución del ábaco por el cimacio), su innovación más característica es el uso sistemático de la cubierta abovedada. 

Los tipos de bóveda más utilizados son la de cañón y la de arista
pero destaca sobre todo la cúpula, con su característica base sobre pechinas (aunque también se empleó ocasionalmente la cúpula sobre trompas
La cúpula presenta fundamentalmente dos problemas: el de los empujes oblicuos que genera; y el problema de su asentamiento sobre tramos cuadrados, resuelto mediante el uso de trompas, para pasar del cuadrado al octógono, o mediante pechinas, para pasar del cuadrado al círculo.
El empuje generado por las cubiertas circulares no se contrarresta con el espesor de los muros, como en el Panteón de Roma, sino que utilizan un sistema basado en que una gran cúpula se contrarresta con otras más pequeñas, y así sucesivamente, llevando las presiones progresivamente a los contrafuertes al muro exterior.

En cuanto a la planta, la más frecuente en los templos es la de cruz griega, con una cúpula en la intersección de las naves. Es frecuente que los templos, además del cuerpo de nave principal, posean un atrio o narthex, de origen paleocristiano, y el presbiterio precedido de iconostasio, llamada así porque sobre este cerramiento calado se colocaban los iconos pintados.

Las plantas más utilizadas en la arquitectura bizantina son aquellas que tienden al plan central y suelen cubrirse con cúpula (imagen del cosmos, regido por Dios), levantadas sobre pechinas (triángulos curvilíneos que permiten el paso de una planta cuadrada a la circular), con el sistema constructivo descrito arriba. Con el sistema de contrarresto usado, muchos de los muros son de relleno, sin función estructural, por lo que se horadan de ventanas, que dotan de iluminación al edificio, y los que quedan se recubren de mosaicos y/o pinturas. El arco es el de medio punto y el capitel característico tiene una forma troncopiramidal invertida y a veces se superponen dos.
También aparece una nueva noción del espacio. Mientras que en Roma prevalece el orden, la división y el estatismo, en Bizancio se valora el espacio continuo, que sugiere un efecto de infinitud, en clara relación con la divinidad.


El templo bizantino tiene diferentes funciones, significados y simbolismos, ya que es tanto un lugar para la reunión de los fieles, como el sitio donde se palpa la presencia de la Divinidad y a la vez se exalta al Emperador y a la Iglesia. Su carácter trascendente y simbólico comienza con la orientación de las cabeceras hacia el este; la rígida estratificación de la sociedad bizantina se manifiesta claramente en la jerarquización de la utilización del espacio, con lugares reservados según la dignidad y el cargo; está presente también el simbolismo de las formas geométricas y del número, así por ejemplo la forma circular de la cúpula, hace referencia a Dios, la Eternidad, las dos torres, aluden a la doble naturaleza de Cristo, las tres naves a la Trinidad, etc.


Las artes

En ellas podemos advertir las influencias griegas (en el equilibrio y la armonía de las formas orientales y en el predominio del gusto por la decoración) y cristianas (en la elección de temas como la glorificación de Cristo, la Virgen y los apóstoles).
La arquitectura bizantina fue su más bella expresión. Los ejemplos más importantes son la catedral de Santa Sofía, de Constantinopla y la iglesia de San Vital, en Ravena. Su particularidad es el uso de la cúpula en la construcción de las iglesias. 
La pintura y la escultura fueron concebidas en Bizancio como artes accesorias o complementarias de la arquitectura. Trabajaron sobre todo los mosaicos para la decoración (paredes y bóvedas). En cambio, se destacaron en las llamadas artes industriales’: la fabricación de joyas y toda clase de objetos suntuarios, realizados con oro, plata y piedras preciosas; los tejidos de seda; los bordados y las encuadernaciones, muy apreciadas en las regiones con las que comerciaban. 

En la historia del arte y la arquitectura bizantinos suelen distinguirse tres períodos o «Edades de Oro». 
 La Primera Edad de Oro tiene su momento más representativo en la época de Justiniano, y sus edificios más destacados son
la de Santa Irene y, sobre todo, la de Santa Sofía,
 todas ellas en Constantinopla.

Claves del arte en Bizancio


SANTA SOFIA DE CONSTANTINOPLA
El edificio conocido como Santa Sofía de Constantinopla o Divina Sabiduría (Hagia Sofia) fue mandado construir por el emperador Justiniano, durante el período artístico conocido como Primera Edad de Oro del arte bizantino. Su ámbito cronológico abarca desde el año 532 al 537 y sus autores fueron Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto. 
Antes de la monumental construcción justinianea, existía ya en Constantinopla una Hagia Sophia terminada en la época de Teodosio II en 415. Justiniano, un siglo más tarde, con la motivación de realzar aún más su poder, decidió realizar una construcción mucho más grandiosa y exuberante. Parece que antes de que la revuelta Niká se desatara en 532, Justiniano ya tenía en la cabeza y en planos la construcción de una nueva basílica, ya que en poco más de un mes después de la revuelta, ya se había comenzado a construir su gran iglesia.

En la arquitectura paleocristiana anterior, los maestros de obra habían dominado la arquitectura, pero para la edificación de Santa Sofía, se requería mucho más que simples maestros de obra: se necesitaba científicos. Por esta razón, Justiniano buscó matemáticos conocedores del arte abstracto (no práctico) de la construcción, con el fin de elaborar un edificio nunca antes imaginado.



ARQUITECTOS QUE LA PROYECTARON

La innovadora tecnología bizantina permitió a los arquitectos: 



Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto 


diseñar una basílica con una inmensa cúpula sobre un espacio cuadrado y abierto. La cúpula original se cayó después de un terremoto y fue reemplazada en el año 563.

Antemio de Tralles: se cree que nacióØ alrededor del año 474 d. C en Tralles Procedía de una familia culta, su padre, Estéfano, era médico, junto con dos de sus hermanos, otro era abogado y un cuarto se le describía como "hombre de letras".
Fue profesor de geometría y arquitecto, autor junto a Isidoro de Mileto de la Iglesia de Santa Sofía en Constantinopla. La construcción se realizó desde el 532 al 537. Lo más destacado de la obra es su cúpula que descansa en un gran cuadrado sobre cuatro pechinas y acabando en cuarenta ventanas que dan la apariencia de sostener la cúpula en un mar de luz.
Su talento parece que abarcaba también la ingeniería, ya que se dice que le fue encargado reparar las defensas contra las inundaciones en Dara, una fortificación bizantina en Siria.

 Isodoro de Mileto: Fue un
Ø arquitecto bizantino que junto con Antemio de Tralles, construyó la basílica de Santa Sofía de Constantinopla.

Y eso eran Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto: matemática pura.


 “Nos gustaría pensar que no eran arquitectos en principio, pero que se convirtieron en tales cuando se les requirió que elaboraran los planos y cálculos de un edificio”.


 Estos dos hombres estaban alejados de la práctica de la construcción, desconociendo la tradición de la construcción romana predominante en aquel tiempo. Y fue debido a este desconocimiento, que tenían la libertad inventiva indispensable para crear un templo cristiano como nunca antes se había construido. Antemio de Tralles no dudaba de su habilidad para edificar a Santa Sofía porque creía que la arquitectura no es sino



 “la aplicación de la geometría a la materia sólida”

Irónicamente, su aplicación de la geometría abstracta en la arquitectura llegó al punto de construir con materia sólida, un templo que parecía desolidificado, hecho en el aire.

Como lo diría el historiador Procopius:



"Porque de alguna manera parece flotar en el aire en ninguna base firme, pero al estar en posición de alto el peligro de aquellos en su interior. Sin embargo, en realidad es reforzado con firmeza y seguridad excepcionales "

Santa Sofía es una iglesia palatina construida junto al palacio imperial y como el emperador quería realizar una construcción eminentemente grandiosa con el fin de manifestar así su poder, mandó llamar a dos ingenieros especializados en construcciones militares porque se consideraba que así podría ejecutarse una obra con más innovaciones técnicas que si la dirigiese un arquitecto.

Eso era lo que buscaba Justiniano: una construcción verdaderamente digna de Dios. Él ordenó su construcción “con el propósito expreso de empequeñecer todo otro edificio religioso”. Y efectivamente fue el templo cristiano más grande construido hasta el momento, e incluso durante casi un milenio, hasta 1520 cuando se completó la catedral de Sevilla


Trabajaron en este edificio más de diez mil obreros y sabemos, especialmente por Procopio,que prácticamente todas las provincias del Imperio enviaron sus materiales más preciados para la decoración de esta iglesia.

El elemento más grandioso es su gran cúpula, de 32 metros de diámetro y 56 metros de altura sobre el suelo, provoca unos empujes horizontales difíciles de contener de hecho se hundió en torno al 550 y tuvo que ser reconstruida entre los años 558 y 562 por Isidoro el Joven, sobrino de Isidoro de Mileto. 






La enorme velocidad de construcción de la iglesia en cinco años fue considerada como de milagrosa en su tiempo, la gran cúpula montada sobre pechinas. reposa sobre cuatro arcos, sostenidos a su vez por cuatro columnas. Dos semicúpulas hacen de contrafuerte de la cúpula central y los muros abiertos están asegurados por contrafuertes.
Pese a ello se sucedieron los accidentes en los arcos que sostenían la gran cúpula debido a que el mortero no secaba con tiempo suficiente para aguantar la presión de las gigantescas bóvedas. De hecho, la cúpula se derrumbó pocos años después de ser consagrada la iglesia en el año 537 y tuvo que ser reedificada por un sobrino de Isidoro de Mileto

Su planta conjuga magistralmente dos tipologías conocidas, la basilical y la de cruz griega (elementos conocidos como:planta basilical y rotonda), pero que se unen en una estructura nueva, realizaron un diseño sin antecedentes. 
La planta es un rectángulo de 77 x 71 metros,
 tomando Como característica fundamental, se trata de un edificio en el que se compatibilizan a la perfección la tendencia basilical con su sentido dinámico y ritmo longitudinal y la tendencia centralizada con la cúpula como elemento principal.La planta es cuadrangular , en la que hay dos ejes perfectamente diferenciados: este-oeste y norte-sur. En el eje este-oeste es donde nos encontramos con el planteamiento característico de una planta centralizada, pues está presidido sobre una enorme cúpula que está levantada sobre pechinas y se soporta sobre cuatro grandes pilares. Esta cúpula  está formada por 40 plementos curvos en cada uno de los cuales hay una ventana que ilumina directamente la nave y que en determinados momentos del año y del día provoca el efecto "cúpula colgante":elevándose en el aire.




EL NARTEX.- El vestíbulo está formado por una doble arcada de nueve bóvedas (la primera de la mitad de anchura que la interior(exonártex) separadas por arcos y columnas y adornadas, en su mayoría por mosaicos de la etapa iconoclasta (ausencia de representaciones humanas). El nártex tiene una longitud de 60 metros y una anchura de 11. De las cinco puertas de acceso al interior destaca la llamada Puerta Real, que cuenta con un mosaico de gran calidad en el que se muestra a Cristo portando un evangelio (en el que se lee ‘Yo soy la luz y la paz para vosotros’) y bendiciendo al emperador León IV. Este motivo central esta flanqueado por el Arcángel Gabriel, a la izquierda, y la Virgen María, a la derecha.
Mosaico de la Deesis
Los visitantes suelen abandonar la Basílica a través del vestíbulo, antaño entrada reservada al emperador. De este acceso cabe destacar el precioso mosaico del siglo XI en el que dos de los grandes soberanos bizantinos hacen ofrendas simbólicas a la virgen y al niño. Justiniano ofrece la propia Santa Sofía, mientras que Constantino entrega la ciudad. También destacan los mosaicos geométricos que decoran la bóveda y la impresionante puerta de bronce que data del siglo IX.
Su arquitectura es eminentemente espacial La idea del edificio fue el que la gran cúpula que se iba a construir se sostuviera merced a cuatro arcos reforzados, mediante contrafuertes y semicúpulas que desviaran los empujes. .Los tímpanos de los cincos arcos principales reflejan cómo se llevó el cuerpo de San Marcos a la basílica.


La cúpula con forma de media naranja, de 56,6 metros de altura y 31,87 de diámetro, se apoya sin tambor en cuatro pechinas y está rodeada por cuarenta pequeños contrafuertes separados por otras tantas ventanas, dando la sensación según Procopio de estar
 «suspendida del cielo por una cadena de oro».

Está constituido por elementos corrientes en la época y familiares desde el Bajo Imperio: la planta basilicalla rotonda que, combinados, dieron como resultado un edificio nuevo, asentado sobre la cúpula y su sistema de contrarresto; sistema que contaba con dos semicúpulas dispuestas en el eje longitudinal del espacio, es decir, en el este y en el oeste; semicúpulas que descansan a su vez en dos pequeños nichos dispuestos en diagonal respecto al eje. 

La solución adoptada era completamente original al rechazar tanto las filas de columnas que separaban las naves de la basílica como las estructuras con deambulatorios concéntricos. Idearon un sistema audaz, capaz de dar una respuesta adecuada a un recinto de grandes dimensiones, un recinto de más de 1.000 metros cuadrados con una cúpula de 31 metros de diámetro y que no se apoya sobre muros sólidos sino que está suspendida en el aire. Es verdad que la del Panteón tiene 44 metros de diámetro, pero la formidable estructura de apoyo está ausente por completo aquí. 
De la basílica toma las tres naves (la central más ancha que las laterales) y el ábside y de la segunda, la cruz griega inscrita en un rectángulo que casi es un cuadrado. La enorme cúpula (de 31 metros de diámetro) se apoya en cuatro grandes machones que, a través de cuatro triángulos curvilíneos (pechinas) permiten el paso de la planta cuadrada a la circular. Pero los empujes que esta cubierta genera se dirigen también en sentido lateral, para lo cual se colocan bóvedas de cuarto de esfera, cuyos empujes son, a su vez, recibidos por otras menores de igual forma y por dos bóvedas de cañón, contrarrestadas también por gruesos estribos.  

Además, debido al gran tamaño de la cúpula, tuvieron que transmitir los empujes a unas semicúpulas que a su vez los transmiten a unos cuartos de cúpulas que hay en los extremos y que tienen forma de nicho.



Solucionado el problema de empujes y del paso del cuadrado al círculo gracias a las pechinas, esta enorme cúpula fue también posible porque en su construcción se emplearon tanto piedra porosa como teja, para hacerla menos pesada y porque su tambor se horadó totalmente con ventanas, con lo que se aligeró aún más.


LAS GALERÍAS SUPERIORES.- Más allá de las impresionantes vistas sobre la enorme nave central y la cúpula, uno de los grandes alicientes de subir las duras rampas (y resbaladizas) de Aya Sofía es poder ver de cerca alguno de los mejores mosaicos que existen en el mundo. El primer punto de interés se encuentra en la galería occidental (justo en frente del ábside).

Un círculo de mármol verde de Tesalia marca el lugar en el que se encontraba la silla desde la que la emperatriz asistía a los oficios religiosos. Su marido se sentaba en la nave central en un gran cuadrado del mismo color. Siguiendo hacia derecha, y tras doblar hacia el ábside, se traspasa las llamadas Puertas del Cielo y del Infierno, elaboradas con mármol blanco. Para los curiosos, destacar que en las barandillas que se asoman a la nave central justo después de las puertas hay graffittis rúnicos grabados, a modo de gamberrada histórica, por los vikingos que atacaron la ciudad en el siglo X y que, después, formaron parte de la famosa Guardia Varenga, que estaba al servicio del emperador.
Todo ello termina en un presbiterio formado por un tramo cubierto por bóveda de cañón y una exedra semicircular cubierta por una bóveda de horno que al exterior se muestra poligonal. Al otro extremo hay un tramo cubierto por una bóveda de cañón que da al nártex. 

Las naves laterales están cubiertas por bóvedas de arista que alternan con tramos cubiertos por bóveda de cañón, que coinciden con los contrafuertes. En el piso de tribuna la cubrición se hizo a base de pequeñas cupulitas. Hay una gran diferencia de altura entre las naves laterales y la central.



Como los muros interiores estaban totalmente decorados, la intensa luz del Mediterráneo oriental al derramarse sobre ellos, crea una sensación de irrealidad, de espacio realmente “mágico” encantado, dedicado a la divinidad, que no es de este mundo. La cúpula acentúa la concepción de espacio central (símbolo celeste por estar más cerca del cielo, por tanto representa a la Divinidad, que también se manifiesta por la luz que emana de ella), aunque no debemos olvidar que columnas, exedras y casquetes crean también una tensión longitudinal de esencia basilical.


En la nave central nos encontramos con otra de las peculiaridades de Santa Sofía, la tribuna, en la que le monarca tiene su trono. El antiguo matronium cede su puesto al palco real, lo que va a servir de modelo para las iglesias palatinas occidentales.
En las laterales destaca también la galería de arcos que horadan el muro, lo cual es posible al no tener que contrarrestar las presiones de la cúpula, gracias al sistema de contrarrestos ordenado descrito más arriba. Esta iglesia es un lugar dedicado tanto a la glorificación de Dios como del Emperador, con una jerarquización del espacio que deja traslucir el rígido protocolo de la corte, reflejo de la influencia oriental en la cultura bizantina


EXTERIOR DE LA BASILICA

En Santa Sofía contrasta enormemente el distinto tratamiento que se le da al interior y al exterior del edificio. En el exterior, el edificio se concebía como un ejemplo de equilibrio, con nítidos volúmenes, que dejaban traslucir la estructura interna, con los materiales desnudos, sin decorar.



Recordemos que los minaretes que presenta en la actualidad son un añadido posterior a la toma de los turcos de Constantinopla, cuando se convirtió en mezquita.

El exterior es similar a la de los otros edificios de estilo bizantino: achaparrado, muy voluminoso, donde destaca la cúpula pero no de manera estilizada, sino muy baja y con un tambor poco desarrollado. Los minaretes son producto de la invasión turca. 

La primera impresión que se tiene al plantar los pies frente a la Basílica es la de un edificio pesado. Los arquitectos que construyeron el templo tuvieron que ingeniar un sistema de grandes contrafuertes y muros para soportar el peso de la cúpula. Los cuatro enormes refuerzos que ‘afean’ las fachadas occidental y oriental , tuvieron que construirse a toda prisa mientras se asentaba la cúpula para poder ajustar los cálculos de resistencia de de los muros. A parte de la cúpula, razón de todos los alardes arquitectónicos que se muestran a la visa, los elementos que definen el exterior del templo son los minateres. Los que flanquean la entrada se deben a Murat II y fueron construidos en el siglo XV. Los traseros (dan a la calle de acceso al Palacio de Topkapi) son posteriores y fueron construidos por Mehmet II y Selim II. Antes de entrar al templo merece la pena rodearlo para poder determinar con exactitud sus enormes dimensiones.













MOSAICOS DE LA BASILICA

Si hay algo destacable y único en Santa Sofía son sus mosaicos
En este edificio podemos contemplar casi sin dudarlo los mejores mosaicos del periodo bizantino, los que sirvieron de modelo y referencia para todo el arte ortodoxo posterior.
Hoy en día muchos han desaparecido. Uno de los más importantes está situado sobre la puerta del “Vestíbulo de los Guerreros”, donde permanecía la guardia personal del emperador. Muestra a la Virgen y a Jesús recibiendo de los emperadores Constantino y Justiniano, las maquetas de la ciudad de Constantinopla y de la Iglesia de Santa Sofía, simbolizando la entrega de la ciudad a su voluntad


CARACTERISTICAS

Fue el vehículo idóneo para transmitir el mensaje religioso de esta cultura y, a la vez un instrumento de propaganda del poder imperial, con lo que refleja fielmente el espíritu cesaropapista que caracteriza el arte bizantino.
Utiliza teselas de mármol de colores y también de barro cocido policromadas con pasta de vidrio, logrando efectos de gran vistosidad, colorido, riqueza y variedad cromática. Las técnicasempleadas habitualmente se basan en el uso de “Opus Tesselatum”, con teselas cúbicas, todas iguales, solo cambian los colores y el “Opus Vermiculatum”, con teselas distintas, en la que cada una adopta el contorno preciso de la figura a realizar. Lo más frecuente es que en una misma obra se utilicen las dos técnicas complementándose entre sí, puesto que la segunda se reserva para los contornos de las figuras y la primera para rellenar los huecos.

La tendencia general del estilo se basa en la idealización de las representaciones, lo que las vincula a un sentimiento religioso profundamente espiritual que hace que no haya que materializar las formas, sino darles precisamente sensación de irrealidad. Por ello las composiciones son frontales, con figuras que permanecen aisladas entre sí, con repetición de esquemas, disposiciones rígidas, sin expresar sentimientos ni emociones, hieráticas, que se reiteran monótonamente entre elementos decorativos o de paisajes.


El mosaico se construye usando pequeñas piezas de mármol, cristal, esmalte, de diferentes colores y que van a forma a la imagen epresentada.
 Las pequeñas piezas reciben el nombre de teselas y pueden tener unas dimensiones inferiores a un centímetro.

La mezcla de las teselas una al lado de la otra no solo forman un dibujo sino que crean colores por cercanía técnica que no será recuperada hasta el puntillismo a finales del siglo XIX.
·  Características formales.
·Representación.
o    Figurativa . Las imágenes serán representaciones reconocibles de la realidad buscando cierto naturalismo.
Tendencia a la tosquedad ya marcada en el Bajo Imperio Romano, como pro ejemplo en el grupo escultórico de los tetrarcas.
o  Idealización . Habrá ciertos rasgos ideales sujetos a los cánones de la época:
§ Los ojos serán grandes, de mirada profunda.
§Cierta tendencia a la estilización de la figura, apartándose del naturalismo, manos y pies con los tendones muy marcados.
§ El volumen conseguido a través de los pliegues de las túnicas que caen de forma artificial.
oRetrato . Se retratará a personajes conocidos aunque siempre atendiendo al canon antes citado. Los retratos no son realistas ya que el efecto que se busca es de dignificación del retratado.
o Perspectiva.
§  Carece de perspectiva como tal, el efecto se resuelve por superposición de imágenes suponiendo un paso atrás respecto al las técnicas helenísticas y una  profundización en las formas plebeyas.
§  Problemas a la hora de representar a figuras afrontadas no tanto por los  rostros que están bastante conseguidos sino por la posición de los pies.
§ No hay un suelo firme donde pisar, las figuras parecen flotar en cierto sentido.
§Los fondos totalmente teatrales, arquitecturas desproporcionadas o plantas estilizadas como palmeras.
§ Suelen ser neutros, sin una imagen definida, como un campo verde.
§ Clara tendencia al uso del dorado como fondo .
o Color 
§ Los mosaicos serán polícromos.
§ Los colores se logran por la proximidad de unas teselas con otras.
§    Al ser un arte áulico se usará mucho el dorado, el oro como reflejo de riqueza y poder.
§ Los colores tendrán ciertos códigos, por el ejemplo el rojo la vida, el verde el paraíso o la Jerusalén Celeste.
oTemática e iconografía .
§     El mosaico tendrá una función propagandística de la fe y del estado que en el imperio bizantino en confunden en una sola cosa.
§ Representaciones fundamentalmente religiosas, santos, santas, mártires, escenas de testamentarias, Cristo, la Virgen.
§    Familia imperial y altos dignatarios.
§ Símbolos cristianos. El pez, el crismón, la cruz. 

"Deésis" 

Es el más famoso de los mosaicos de Santa Sofía data del siglo XIV, Aparece Cristo pantocrator flanqueado por la Virgen María y San Juan Bautista.
Cristo lleva un ejemplar dorrado de los Evangelios en su mano izquierda y la derecha hace el signo de la bendición. Su expresión suave transmite la compasión de Dios por la humanidad.
 Este mosaico data de un tiempo cercano a la restauración de Constantinopla en el 1261 y probablemente se encargó para agradecer la vistoria de Miguel VIII que puso fin al la ocupación cruzada (1261-1282).

 Mosaico de la Virgen con Constantino y Justiniano


Muestra a la Virgen y a Jesús recibiendo de los emperadores Constantino y Justiniano, las maquetas de la ciudad de Constantinopla y de la Iglesia de Santa Sofía, simbolizando la entrega de la ciudad a su voluntad.
 Virgen y Jesús en el ábside

En el ábside se localiza el mosaico figurativo más antiguo que se conserva (siglo VI, reconstrucción del siglo IX), representando a la Virgen con el Niño. La Virgen está sentada en un trono majestuoso y a sus costados (destruidos) están los arcángeles San Miguel y San Gabriel
 San Juan Crisóstomo


San Juan Crisóstomo. Mosaico del siglo X en la Basílica de Santa Sofía, en Constantinopla.

Durante varios meses del año 390, San Juan Crisóstomo comentó el Evangelio de San Mateo en sus sermones. Al poco de ordenarle sacerdote, en torno al año 386, el Obispo de Antioquía le había encargado la predicación en la iglesia más frecuentada de la ciudad. Durante más de dos lustros —hasta que fue elegido Patriarca de Constantinopla— subió al púlpito casi diariamente.

 Mosaico de la Puerta del Emperador

la Puerta del Emperador. Este mosaico que existe en la pared que está por encima de esta puerta.
En este mosaico, Jesucristo está en el medio. María está junto a Jesús, y Gabriel se queda al lado de Jesús. También hay una figura masculina con barba pidiendo a Jesús.
 Mosaico de Familia Comneno
En este mosaico, existen Virgen María, el niño Jesús en el regazo de la Virgen María, Ionnes (Johannes) Comneno II en el lado derecho de la Virgen María, y Iren que es la esposa de Juan Comneno izquierda, al lado de María.
Jesús hace la señal de bautismo con la mano derecha. 


Mosaico de Zoe y Su Esposo
En este mosaico, Cristo Jesús está en el centro, a su izquierda emperatriz Zoe y en la parte derecha de Jesús, el esposo de Zoe existen. En las manos de Jesús hay una Biblia, en las manos del emperador hay una vejiga de oro, y en las manos de Zoe hay un documento. Este mosaico representa la donación del emperador y su esposa a Santa Sofía. Se hizo en el siglo XI.

Virgen con el Niño siglo XIII
Destruidos los mosaicos de Constantinopla quedan como únicas referencias los de San Marcos de Venecia, con abundante empleo del dorado que ejercerán un marcada influencia en las obras góticas de Cimabue, Duccio y otros pintores italianos.











EPÍLOGO

Durante milenio y medio se la cantó y admiró como maravilla del mundo; un monumento de la gran cultura humana como hasta la actualidad no se ha vuelto a crear otro. Al visitante de hoy le resulta difícil descubrir, tras la apariencia exterior de la iglesia, la brillantez perdida de la áurea Bizancio.
El cambiante destino de Santa Sofía —de iglesia cristiana a mezquita islámica y al actual museo— dejó tras de sí en todas partes sus huellas en forma de cambios y añadiduras. La magnífica y esplendorosa cúpula principal, cuya clave se eleva a 56 m por encima de la nave del templo, es lo único que no ha perdido nada de su gracia y dignidad. Sirvió de ejemplo para la construcción de numerosas mezquitas orientales y catedrales de Occidente.
El emperador Constantino fue el primero en construir una iglesia en el lugar de la actual Sofía, cuando en 336 convirtió a Bizancio, bajo el nuevo nombre de Constantinopla, en la capital de su imperio romano oriental. La llamó “meggale ekklesia”, gran iglesia.
Después del devastador incendio del año 404, provocado en tiempos del emperador Arcadio, oo quedó nada más que las cenizas.
Teodosio II volvió a edificar el templo nuevamente en un afán de que aquella joya arquitectónica quedara para la posteridad; eso ocurría en el año 415.
Cien años más tarde, esta iglesia y con ella la mayor parte de Constantinopla, era pasto de las llamas, durante un levantamiento, llamado de Nica, contra el emperador Justiniano, del que logró salir con vida gracias a ¡a prudencia de Teodora, que no queriendo abandonar el palacio, pudo salvarlo; ésta era la segunda vez que la catedral de Santa Sofía era pasto de la furia desencadenada de los hombres.
Justiniano, no obstante, se propuso edificar nuevamente Santa Sofía, que sería más grande y más hermosa. El día 27 de diciembre del año 537 fue inaugurada la nueva y fabulosa Santa Sofía por el patriarca Menas y Justiniano pudo decir, pleno de satisfacción y con los ojos puestos en el cielo:
      “Doy gracias a Dios que me ha considerado digno de cumplir una obra tal.”
En el año 557 la cúpula se hundió quedando casi destruida. Se atribuye el hundimiento a que la cúpula no tenía forma hemisférica, sino que era rebajada y este motivo fue probablemente el causante del derrumbamiento.
La nueva restauración, efectuada cinco años después (562) por Isidoro el Sobrino, dio los últimos toques a la gran obra que satisficieron plenamente a Justiniano.
Se sabe que el interior de Santa Sofía se encontraba pavimentado con hermosos mosaicos, hoy desaparecidos. Las paredes también estaban recubiertas del mismo modo y aún hoy día se pueden apreciar algunas muestras de las hermosas e inigualables reproducciones artísticas que en ellas se plasmaron.
“Religiosidad y decoración, color y forma, luz y leyenda se combinan, se disocian y se superponen en Santa Sofía de modo incomparable”, escribió el profesor Dr. Nastainczyk. “Como edificio manifiesta la transparencia eucarística de todo lo terreno y en su historia la coincidencia escatológica de la fe vivida.”
En la actualidad todo el exterior de Santa Sofía se encuentra estucado y coloreado, pero es posible que su origen no fuera este, ya que los grandes pilares que sostienen la cúpula están hechos por bloques regulares de arena blanca muy fina.
Se desconoce casi por completo, como fue anteriormente Santa Sofía pero hoy en día rio podemos dudar de que en tiempos de Justiniano fuera el templo más hermoso de ¡a cristiandad.
La Santa Sofia (“Sabiduría Divina”) ya acabada se convirtió en el santuario de la cristiandad oriental. Siguió siéndolo hasta que los turcos en 1453 conquistaron Constantinopla, que desde entonces se llama Estambul.
Para pesadumbre de todo el mundo cristiano convirtieron la iglesia en mezquita. Kemal Atatürk declaró museo a Santa Sofía.





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