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viernes, 18 de febrero de 2011

La dama del armiño ....Leonardo da Vinci




Dama con Armiño
 

Autor:Leonardo da Vinci
 Fecha:1483-84
 Museo:Galería Czartoryski
 Características:54 x 39 cm.
 Material:Oleo sobre tabla






ref:  http://www.rtve.es/noticias/20110601/dama-del-armino-leonardo-da-vinci-cautiva-su-primera-visita-espana/436176.shtml

La dama del armiño (en italiano, La dama con l'ermellino) es uno de los cuadros más célebres del pintor renacentista italiano Leonardo da Vinci. Está pintado al óleo sobre tabla que mide 54,8 cm. de alto y 40,3 cm de ancho y data del periodo 1488-1490. Se conserva en el Museo Czartoryski de Cracovia (Polonia), donde se exhibe con el título de Dama z gronostajem.
Se considera que es obra del mismo autor de Retrato de Ginebra de Benci de la National Gallery of Arte (Washington DC), y en general se considera que el autor de ambas fue Leonardo, pero no sin voces disidentes dentro de la crítica.





La historia de este cuadro puede ser reconstruida un tanto a partir de finales del siglo XVIII, pues hasta aquel momento no era atribuido a Leonardo. Después de una revisión crítica, sin embargo, que ha modificado una serie de atribuciones, el cuadro es hoy universalmente considerado obra de Leonardo. El retrato fue tan retocado en épocas posteriores que llegó a dudarse de la intervención de Leonardo en el mismo. El fondo no debía de ser negro en origen, sino que posiblemente tuviera elementos paisajísticos. Destaca, por otro lado, la desproporción existente entre la mano y el rostro de la muchacha, una mano estilizada y elegante que acentúa el porte regio de la modelo. El cuadro pasó a poder del rey de Francia, admirador de Leonardo y conquistador de Milán. Durante la Revolución Francesa su destino fue el príncipe Czartoryska, en cuya colección se mantiene hasta nuestros días.
Entrada al Museo Czartoryski

La pintura fue adquirida por Adam Jerzy Czartoryski, hijo de Izabela Czartoryska y de Adam Kazimierz Czartoryski en Italia en 1798 y se integró en la colección de la familia Czartoryski en 1800. La inscripción sobre la esquina superior izquierda de la pintura, LA BELE FERIONIERE. LEONARD D'AWINCI., fue probablemente añadida por un restaurador poco después de su llegada a Polonia.  Después de estar escondido en los subterráneos de un castillo, el cuadro fue encontrado en 1939 fue requisado por los soldados nazis que habían invadido Polonia y enviado al museo del Kaiser Friedrich en Berlín. En 1940 Hans Frank, general del gobierno de Polonia, demandó que se restituyera a la villa de Cracovia, y allí estuvo colgada en sus oficinas. Al final de la segunda guerra mundial, las tropas aliadas descubrieron la pintura en la mansión de Frank en Baviera. Cuando fue recuperado tenía en un ángulo la huella de un talón. Fue devuelto a Polonia y actualmente se expone en el Museo Czartoryski de Cracovia.

Análisis del cuadro


Ludovico Sforza
Se cree que la obra representa a Cecilia Gallerani, la amante de Ludovico Sforza, duque de Milán. La pintura es uno de los cuatro retratos de mujer pintados por Leonardo, siendo los otros tres La Gioconda, el retrato de Ginevra de' Benci y el de la Belle Ferronière. A pesar de ciertos daños - una puerta en el fondo fue pintada, un velo transparente sobre la cabeza del modelo se ha vuelto un peinado extravagante y varios dedos fueron repintados groseramente-, se encuentra en mejores condiciones que otras pinturas de Leonardo. Algunos daños los sufrió durante la Segunda Guerra Mundial.
Leonardo conoció a Cecilia Gallerani en Milán en 1484 puesto que ambos habitaban el Castillo Sforzesco, el palacio de Ludovico Sforza llamado "el Moro". Era la amante del duque; joven y bella (tenía solamente 17 años), Cecilia interpretaba música y escribía poesía. Era apreciada, pues, además de por su belleza, por su talento e inteligencia.
Sostiene en sus manos y acaricia lo que normalmente se ha considerado un armiño, representado con precisión y vivacidad.
Se han dado numerosas interpretaciones a la presencia de este animal. Los armiños se asociaban con la aristocracia, y la relación de Cecilia con este símbolo puede haber sido intencional. Se ha entendido como símbolo de pureza por su pelo blanco; en los bestiarios medievales, el armiño representaba algunas virtudes como el equilibrio y la tranquilidad, de manera que intencionadamente Leonardo estaría transfiriendo esas virtudes a Cecilia Gallerani, gracias también a la actitud prácticamente idéntica de la dama y del animal. Igualmente puede entenderse como alusión a Ludovico, en cuyo emblema estaba «L'Ermellino», un pequeño armiño. Alternativamente, puede entenderse como un retruécano sobre su nombre (en griego el armiño es galé, lo que
su mirada esquiva le hacen aparecer casta y pudorosa. Nuestra impresión, además, se ve corroborada por el animal que sujeta entre sus brazos. No se trata de un animal cualquiera elegido al azar. Sin ánimo de generalizar, dudo mucho que cualquier obra de arte muestre elementos (en este caso compartiendo el protagonismo con el personaje principal) al azar.

Desde la Antigüedad, el armiño estaba considerado como atributo de pureza por su blanca piel. Además, por llamarse galé en griego, su nombre podría referirse a las primeras letras del apellido de la muchacha (Galle-rani), recurso retórico muy extendido en las cortes italianas. El armiño era, también, el animal heráldico de Ludovico por lo que podía ser identificado con él. evocaba el nombre de Gallerani).


Modelada la musculatura del animal a base de ricos matices y cómo están acentuadas sus uñas extendidas, subrayando así el carácter del animal de rapiña. Es curioso que el significado de este último aspecto sea contrario a su significación religiosa y moral.
 El simbolismo sexual se hace patente en el cuadro. La garra deja al descubierto la manga hendida de la muchacha como un signo vaginal dónde radica el interés de esta obra. Además de en su cuidada ejecución, lo interesante es el secreto a voces que presenta, rico en ambivalencias y contradicciones de la moral oficial: la mujer debía ser casta, pero al mismo tiempo darse como amante. De ahí, que nuestra joven protagonista, nos muestre su huidiza mirada, primero por timidez (juventud y castidad), por temor a ser reconocida (como partícipe de un hecho pecaminoso) y, por último, porque tiene algo que ocultar (es la amante de un hombre poderoso a pesar de su corta edad).

El fondo del cuadro fue añadido posteriormente con la inscripción :       


....y no se debe a la mano de Leonardo (de ahí el tono afrancesado de la misma). Literalmente significa “la bella comerciante en hierro”, apodo éste de una querida de Enrique II y nombre que lleva aún en el Louvre, el retrato de una mujer, pintado por Leonardo entre 1485 y 1488.
Si observamos el cuadro, vemos un mimetismos en paralelo perfectamente reflejado y estudiado entre :


El perfil de la joven figura de la mujer

Su mano alargada y puntiaguda que podria asimilarse a un animal
El perfil de animal, del armiño
                
Leonardo no pintaba alegremente o por simple estetica modelica, sus cuadros tenian una simbiosis entre sus elemetos que despertaban su interes y a la vez un trasfondo psicologico y socioal que los hace mas trascendentes que una escueta obra pictorica.

Los tres elementos entran en la misma zona de la escena como si de una secuencia en simbiosis se tratase.
Hablando apropiadamente, el animal de la pintura tampoco parece exactamente un armiño, sino más bien un hurón blanco, un animal favorito en la Edad Media debido a la facilidad para ser localizado en la maleza espesa. Esta es la conclusión a la que han llegado diversos etólogos que han examinado el cuadro prestando particular atención a la fisonomía del animal. El armiño es un animal salvaje, difícilmente amaestrable, por lo que sería muy difícil haberlo podido utilizar como modelo para un cuadro de Leonardo que era notoriamente lento y reflexivo a la hora de pintar. Por el contrario, el hurón puede ser domesticado casi como un gato, además de ser un animal relativamente fácil de encontrar en la campiña lombarda de la época (a diferencia del armiño que prefiere climas más rigurosos).
Como en muchos retratos de Leonardo, la composición implica una espiral piramidal y el sujeto es captado moviéndose mientras gira hacia la izquierda, reflejando la preocupación que Leonardo tuvo toda su vida por la dinámica del movimiento. El retrato en tres cuartos de perfil fue una de sus muchas innovaciones. El poeta cortesano del Moro, Bernando Bellincioli, fue el primero que sugirió que Cecilia posa como si estuviera escuchando a alguien que está fuera del cuadro. Al mismo tiempo, tiene la imperturbabilidad solemne de una estatua antigua.

Una imperceptible sonrisa se sugiere en los labios de Cecilia: para expresar un sentimiento Leonardo prefería sugerir las emociones más que presentarlas de forma explícita.
Esta obra en particular muestra la habilidad de da Vinci al pintar la forma humana. La mano extendida de Cecilia fue pintada con gran detalle. Da Vinci pinta el contorno de cada uña, cada arruga de los nudillos, incluso la flexión del tendón en el dedo doblado. Da Vinci había practicado el dibujo de retratos de personas con animales en sus diarios muchas veces para perfeccionar sus retratos.
destacan la minuciosidad de los detalles con que nos obsequia Leonardo, especialmente en las perlas, joyas y vestidos; también el empleo de la técnica del sfumato, que Leonardo había descubierto en la ejecución de la Virgen de las Rocas. A través de delicadas y sutiles veladuras, el maestro diluye los contornos y perfiles y hace surgir los rostros enigmáticos y desafiantes de ambas jóvenes desde la oscuridad del fondo, con una ligera y característica rotación de los cuerpos, que les confieren esa carga de misterio y naturalidad.

Editorial: Altea Taurus Alfaguara, S.A.
Páginas: 699
Encuadernación: Rústica
Medidas: 25 cm. Idioma: Español
ISBN(13): 9788430605781

(Charles Nicholl, Leonardo da Vinci. El vuelo de la mente).


« El animal que acaricia Cecilia, y que da título al cuadro, es un armiño, que simboliza la pureza y la limpieza, por aquello de que prefería la muerte antes que manchar su piel. Es por eso un atributo de castidad, lo que no deja de ser una ironía, contraponiendo Leonardo lo simbólico a lo erótico. Pero además, en este caso concreto, tiene un significado específico, y alude directamente a Ludovico el Moro, investido con la condecoración de la Orden del Armiño en 1488. "El animal que vemos en los brazos de Cecilia es, por lo tanto, un emblema del hombre al que está unida social y sexualmente; observamos su mirada vigilante, su fuerte pata musculosa y sus garras extendidas sobre la manga roja de la joven. Como hace con frecuencia, Leonardo representa con tanta fuerza lo emblemático que esto revierte sobre lo real, de forma que vemos el armiño como un depredador, lo que es en la naturaleza y lo que era Ludovico" (Charles Nicholl, Leonardo da Vinci. El vuelo de la mente). »





Los rayos X revelan que anteriormente había pintada una ventana sobre la izquierda de la dama; de ahí la luz tan intensa y el efecto de los reflejos que hoy vemos.

En primer lugar, el ingeniero parisino Pascal Cotte ha descubierto que el célebre cuadro, pintado a finales del siglo XV y perteneciente al museo de los príncipes Czartoryski en Cracovia (Polonia), no fue pintado en un principio con el fondo negro que hoy se le conoce. 



"Tenía un fondo azul profundo, teñido muy ligeramente de tierra, probablemente una azurita mezclada con tierra", explica Pascal Cotte. 
El ingeniero ha fotografiado el cuadro con una cámara inventada por él y única en el mundo, gracias a su definición de 240 megapíxeles. " Permite descomponer el espectro de la luz a tres niveles de profundidad de la capa de pintura, de los (rayos) ultravioleta a los infrarrojos, desde lo visible hasta lo invisible", explicó a la agencia de noticias AFP

"La fotografía multiespectral muestra la estratificación de las capas sucesivas hechas por Leonardo y los restauradores, lo que da una comprensión histórica de la construcción de la obra y de las intervenciones posteriores", dice. 

Pascal Cotte ha reconstituido de forma virtual una versión del cuadro, que se aproximaría más a la obra original pintada por el maestro renacentista italiano. 

Junto con el historiador de arte francés Jacques Franck, experto de la obra de Leonardo da Vinci, el ingeniero ha podido distinguir detalles invisibles a simple vista, por ejemplo unos trazos bajo la pata izquierda y el hocico del armiño. En un principio, Leonardo da Vinci habría pintado el animal un poco más abajo, según piensa. 

Algunos detalles del ribete del vestido, de las perlas y de las mangas han sufrido algunos retoques. Además, las cejas de la dama han desaparecido, como en la Mona Lisa, el primer cuadro sobre el que trabajó Cotte. Dicha desaparición se debe en ambos casos al paso del tiempo. 

Muchos de esos detalles ya eran conocidos. "No hemos descubierto nada nuevo que cambie de forma fundamental nuestro conocimiento de la obra", dice Anna Grochowska-Angelus, jefa de los restauradores del museo. 

"Las huellas digitales de Leonardo que el método de Cotte ha revelado habían sido descubiertas por los historiadores de arte polacos en los años 60", añade. Sin embargo, la experta no esconde su admiración ante el procedimiento, que podrá ser muy útil a la hora de efectuar restauraciones. 

El objetivo de Cotte es fotografiar todos los cuadros de Leonardo da Vinci, lo que permitiría a los historiadores de arte trabajar sobre un mismo soporte. A largo plazo, el investigador y su socio de la pequeña empresa Lumiere Technology quieren crear una base global de los principales cuadros del mundo. 

Los Czartoryski adquirieron este lienzo en 1800. Robado por los nazis, fue restituido a Polonia tras la Segunda Guerra Mundial y es hoy en día su bien más preciado.  




OBRAS


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