El Fin De La TiErrA....FINISTERRE

….. Tierra cara al horizonte que el océano quebranta, mirando hacia el infinito, buscando nuevas mañanas. Emigrantes aguerridos dándole al hambre esperanza. …… Agreste del Finisterre, de esa mar sublime y brava, y una oración en silencio, un grito que casi espanta !Cuídalos que son tus hijos, raigambre de pura estampa¡ …. Entre poniente y poniente, el Finisterre nos dá una linea entre dos mares y una gran inmensidad. Un manto de caracolas mezclado en el arenal, rocas, testigos del tiempo. huecas por la tempestad. ............

Cuando los romanos penetraron por primera vez en la esquina noroeste de la peninsula , dicen las crónicas que los legionarios se pararon en seco ante las aguas  del actual Limia, creyendolo el rio del olvido. Aguas muy turbias debieron encontrarse, la verdad. Pero dicimo junio bruto le hecho coraje, y consiguió que sus muchachos lo siguieran hasta las regiones de la misma Costa da Morte. Según escribe Murguía, esposo de Rosalia de Castro, en el Finisterre gallego los romanos contemplaron el sol ahogandose en el liquido horizonte…y cundio el pánico.

Hizo falta mas de un siglo para que aquellos hombres del Mediterráneo se acostumbrasen al acontecimiento de la puesta de sol de Fisterra, lugar enigmatico donde los haya y que hoy da nombre a una comarca, a un municipio, a un ayuntamiento y a una parroquia. El concello propiamente dicho coincide con lo que podriamos llamar la peninsula de Fisterra, cuyo apendice mas occidental es el cabo de Finisterre.

Finisterre, Finis Terrae. Ya nadie se cree eso de que aquí, en la ultima roca de Galicia se acaba el mundo…o si?. Bien podria acabarse, si esta ultima imagen fuera la ultima de nuestras vidas. Finisterre es viento, rugido, coraje, temperamento. Finisterra es romance del mar y las rocas, un discurso embravecido que se desvanece en el suave beso de la piedra. Finis térrea, el final de los tiempos.

Los peregrinos concluyen el itinerario de sus emociones a los pies de Compostela. Nosotros iniciamos alli el nuestro, para peregrinar a Finisterre. Porque muchos años antes de que hasta aquí llegaran estos eternos caminantes de báculo y vieira, el final de la tierra era el camino que todo ser humano andaba buscando si se encontraba por estos pagos.

Las tribus celtas de la zona guiaban por las estellas que colgaban como serpentinas brillantes de Finisterre. Si salimos de Santiago, no hay nada que nos haga perdernos. No necesitamos estrellas, ni tribus celtas, sino seguir los pasos y el canto de sirena con el que nos embauca la Costa do Morte, costa de sangre  y belleza, de pueblos que asisten, como un cine de casitas blancas, a una eterna pelicula de mar y horizontes.

Alli esta Finisterre, el cabo del fin del mundo, el ultimo paso de celtas y romanos. No hay nada mas alla, no hay tierras donde ya no alcanza la vista. Aquí duerme toda la belleza, aquí descansan todos los colores, cientos, miles , millones de miradas perdidas en la inmensidad de un jamas, de un horizonte frustrado.

Quedamos contemplando el rugido de Finisterre. Oid como grita desde tiempos inmemoriables…¿Aún creeis que hay algo mas allá de estas rocas?...